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Conducir de manera segura no sólo se refiere a mantener y respetar unas reglas básicas en la conducción. También es importante que cumplamos las normas de conducción sobre aspectos de seguridad. ¿Sabes qué pasa si te paran en un control y no vas correctamente identificado o con la ITV en vigor? Una situación sin el más mínimo riesgo puede traducirse en una multa importante o incluso retirada de puntos.
Hay cuatro imprudencias que suelen ser las más habituales, en ocasiones por desconocimiento, pero que pueden suponer un problema importante por quebrantar las reglas de conducción. Te contamos cuatro reglas que debes cumplir sí o sí, para conducir seguro de verdad.
Circular correctamente identificado
Tanto tú como tu coche deben estar correctamente identificados. Tú con tu carnet de conducir en vigor (y en el bolsillo, no en casa) y tu coche con los papeles en regla. Para poder circular con tu vehículo debes tener tres documentos en vigor:
- El permiso de conducir. Es decir, tu carnet que reconoce que tienes los conocimientos para poder llevar un vehículo. Desde que se instauró el permiso por puntos, existen unas reglas e infracciones que repercuten en el saldo de tu carnet. El máximo de puntos que puedes tener es 15, y los puntos mínimos para poder circular son 1. Cada infracción resta puntos, y conducir sin puntos en tu carnet es delito y está castigado con la pena de prisión de 3 a 6 meses o con multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, según recoge la web de la DGT.
- El permiso de circulación. Este documento certifica que tu vehículo está matriculado y se puede circular con él. Recoge la información que identifica el mismo: datos técnicos, número de bastidor, cilindrada… Todos los vehículos deben estar autorizados para poder circular y el no tener esta autorización puede conllevar una multa de hasta 500 euros.
- La certificación de la ITV. Por último, si tu coche tiene más de cuatro años debe pasar la inspección técnica de vehículos. Es una revisión que permite garantizar que está en condiciones de circular con seguridad, tanto para ti como para el resto de conductores. El no llevarla o conducir si esta autorización puede conllevar la inmovilización del vehículo o una multa de hasta 200 euros.
La falta de alguno de estos documentos conlleva una multa económica la mayoría de las ocasiones, aunque conducir con el permiso suspendido o teniendo prohibido el uso de ese vehículo conlleva la resta de 4 puntos.
Conducir con el seguro en vigor
Este es otro de los puntos clave para hacer una conducción segura. Cualquier vehículo para poder conducirlo debe tener una cobertura que garantice la seguridad de sus tripulantes en cualquier accidente y los daños que causemos a otros. La obligatoriedad de conducir con un seguro de coche ayuda a la tranquilidad de la conducción. De manera habitual, los seguros de coche tienen dos tipos de coberturas:
- Obligatoria, que sirve para indemnizar los daños que podamos causar a terceros, bien porque atropellamos a alguien o porque colisionamos con otro coche.
- Voluntarias: asistencia en viaje, seguro de lunas, robo, incendio o, si queremos la máxima cobertura, un Todo Riesgo
Seleccionar las coberturas de nuestro seguro de coche irá en función de nuestras necesidades y presupuesto, por lo general. Es recomendable no ceñirnos sólo al presupuesto: tu seguridad y la de tu familia, y la total garantía a la hora de conducir es mucho más importante.
Controlar la velocidad y los radares
Conducir a la velocidad recomendada es el mejor consejo que puedes seguir como conductor. Aunque a veces esto no lo cumplimos, y es entonces cuando tenemos que pagar las consecuencias. Es importante controlar la velocidad, pero también es interesante saber a qué velocidad saltan los radares. Esto no es una regla estándar, pues depende del tipo de calzada por la que se circule, del tipo de radar…
Suele además haber un margen de error conocido como norma de tolerancia 7. Esto significa que los radares móviles aplican un margen de error de 7 kilómetros por hora en vías cuya velocidad máxima sea inferior a 100 kilómetros por hora, tal y como nos cuenta la Cadena Ser. En el caso de los radares fijos, la DGT reduce el margen de error a apenas cinco kilómetros por hora.
De todas formas, la mejor seguridad siempre es conducir a la velocidad recomendada.
Pasar la ITV periódicamente
Ya hemos indicado antes que uno de los documentos que debemos llevar de manera obligatoria en nuestro vehículo es la ITV al día. En esta inspección del vehículo se analiza que cumple los requisitos mínimos para circular, por ello se revisan aspectos como:
- En el exterior del vehículo: la calidad de las ruedas, matrículas bien sujetas y legibles, desperfectos en la carrocería, calidad de los parachoques, limpia parabrisas, funcionamiento adecuado de las luces, etc.
- En el interior del vehículo: frenos, amortiguadores, aceite, además de cinturones de seguridad, velocímetro, control de gases, etc.
Siempre es recomendable revisar aspectos como las luces, limpiaparabrisas, anclajes, neumáticos, en definitiva, que no tenga defectos externos muy evidentes de funcionamiento. Aunque en ocasiones, cuando el vehículo tiene muchos años de antigüedad, se recomienda pasar una pre-ITV, que es una revisión que se realiza en tu taller de confianza para garantizar en la medida de lo posible si puedes o no pasar la ITV.