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Haciéndonos eco de los compañeros de “Estamos Seguros”, queremos hablar del ahorro promovido en empresas hacia sus trabajadores, como complemento extra de su sueldo. Veremos cómo se hace y por qué, así como la situación de España frente a otros países de Europa.
Los tres pilares de la previsión social
Los tres pilares hablan de mediante qué vías se financian las pensiones en un país:
- 1.º pilar: la Seguridad Social. Es el sistema de prestaciones público, que se financian fundamentalmente a través de las cotizaciones de los trabajadores, autónomos y las empresas.
- 2º pilar: es la vía de ahorro privado que se fomenta a través de las empresas. En este segundo pilar es en el que nos queremos centrar hoy.
- 3.º pilar: la vía de ahorro privada individual, no colectiva. Aquí no es que la empresa promueva el ahorro entre los trabajadores, sino que es iniciativa propia de cada individuo, que decide dónde ahorrar y cómo desea hacerlo.
La forma de ahorrar en España es totalmente diferente a la de otros países europeos. Aquí estamos mucho más centrados en el ahorro inmobiliario que en el puramente financiero. Sin embargo, en los últimos años ya ha habido un crecimiento del último tipo y parece que la perspectiva continuará.
¿Por qué existe el 2º pilar del ahorro?
Todos conocemos que la Seguridad Social no está en su mejor momento y su déficit crece anualmente. Esto ha provocado que la S.S. ya haya tenido que obtener un préstamo para pagar las pensiones y que la previsión a un medio plazo indique que las pensiones, tal y como las conocemos, no serán sostenibles.
España es uno de los países más generosos en pensiones públicas (igual que sucede con nuestra Sanidad, que es de las mejores del mundo). Sin embargo, en otros países de Europa esto no es así, disponiendo de pensiones inferiores comparativamente con los sueldos previos a la jubilación. Esto se refleja en la tasa de sustitución, que ya explicamos en publicaciones previas.
Ante la previsible futura bajada de las pensiones, el 2º pilar (como el 3º) se tornan imprescindibles si queremos conseguir jubilaciones en las que nuestra calidad de vida no se reduzca enormemente. Las empresas deben jugar aquí un papel muy importante para ofrecer a sus empleados algún tipo de plan de ahorro que anticipe esta situación, y “amortigüe el golpe”.
Eso sí, el margen de mejora es amplio, ya que en 2016:
- De cada 100 euros que recibió un pensionista, solo 3´70 euros se pagaron gracias al segundo pilar.
- Por cada persona que forma parte de un sistema de ahorro colectivo en su empresa, hay cinco que no lo están.
¿Qué productos existen de ahorro colectivo?
Para la Previsión Colectiva (que se llama a este 2º pilar) las compañías de seguros ofrecen distintos productos. Hay empresas que deciden hacer las aportaciones ellas mismas a sus trabajadores, mientras que otras emplean un sistema mixto (parte lo pagan ellas y, adicionalmente, los trabajadores pagan otra parte). De cualquier manera, se puede apreciar que la empresa está fomentando el ahorro entre sus trabajadores.
Por tipología de productos podríamos distinguir de forma muy amplia:
Planes de pensiones de empleo
Es la forma de ahorro colectivo más regulada, ya que tiene unas exigencias muy estrictas: requiere crear un reglamento del propio plan así como una comisión de control del mismo (formada por representantes de trabajadores y empresa).
Por su complejidad, está pensada para empresas grandes. Sin embargo, tiene ventajas fiscales muy importantes; por ese motivo es muy común en empresas de más de 500 empleados.
Es muy importante saber que se les aplica el principio de no discriminación. El mismo señala que, aunque se pueda distinguir jerárquicamente qué aportaciones se hace en favor de cada tipo de empleado, todos los trabajadores deben tener derecho a participar del mismo.
Planes de ahorro
Mucho más flexibles que la opción anterior, ya que la empresa podrá elegir los empleados a los que quiere ofrecerle esta remuneración, sin ser obligatorio para todos.
Además, puede ser a largo plazo (como en el plan de pensión de empleo), pero también a medio y a corto plazo. En este sentido, podemos querer ofrecer un incentivo a unas personas involucradas en un proyecto a años, por ejemplo, evitando que se puedan marchar, haciéndose pagadero el producto de ahorro en caso de que el mismo acabe satisfactoriamente.
Igualmente, se puede optar por planes de ahorro conservadores o vinculados a fondos de renta mixta o variable. Es decir, se adaptan a lo que cada uno esté buscando.
Ventajas de los planes de previsión social en la empresa
Como vemos, cualquiera de estas opciones de ahorro colectivo, son mecanismos de fidelización y motivación de nuestro personal muy importantes.
Estamos ante vías de remuneración alternativas a lo que son exclusivamente salario. Como sabemos, cada vez se valora más el paquete de beneficios sociales que una empresa ofrece a sus trabajadores (horarios flexibles, conciliación, seguros de salud, cheques gourmet…).
Todo ello, incluyendo los planes de ahorro, refleja una preocupación de la empresa por el bienestar de sus trabajadores y su familia. Por ello siempre hablamos de una inversión y no un gasto, siendo conscientes además que, para la empresa, son gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades. Es decir, ganan ambas partes.
Si quieres saber más, no lo dudes, y contacta con nosotros. Desde el Departamento de Ahorro e Inversión de Moné Seguros, te ayudaremos.