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El seguro de transportes es uno de los más complejos del contexto asegurador. Por eso, y por la globalización y el volumen de envíos creciente, creemos importante conocer los elementos esenciales que caracterizan al transporte de mercancías y su aseguramiento.
Los conceptos y figuras básicos en el transporte de mercancías
El propietario de la mercancía (quien lo sea en cada momento) es el responsable de la misma y quien asume las consecuencias de su pérdida. Esta va a ser nuestra máxima ante un seguro de transportes ya que el propietario, en caso de que haya un siniestro con la mercancía, será el beneficiario de la indemnización que corresponda.
Ante la internacionalización existe en el transporte desde tiempos inmemoriales, se requirió de un lenguaje internacional que homogeneizara el lenguaje del transporte de mercancías. Así aparecieron en 1936 los llamados “incoterms” para facilitar los pactos en torno a ese transporte. Gracias a ellos se distribuyen y conocen los derechos y obligaciones a lo largo de un envío.
Los incoterms, por supuesto, se complementan con los contratos que firman las partes y la legislación nacional e internacional. De ahí la complejidad que venimos mencionando.
Existen varias figuras claves en el envío de mercancías, pero podríamos indicar que las esenciales son:
a. El cargador: propietario de la mercancía (fabricante, distribuidor…).
b. El transportista o porteador: asume el encargo y la obligación de llevar la mercancía al destino acordado.
Por supuesto, entre ellos y el destinatario puede haber muchos actores clave cuando son envíos más complejos o internacionales: transitarios, agentes de aduanas, consolidador, estibador…
Factores que influyen en el seguro de transportes
Ante los envíos y, de cara a su aseguramiento, va a influir enormemente:
- El bien que se transporta: si son frágiles o no, perecederos, inflamables… así como en qué estado se transportan (refrigerados, calentados, atmósfera controlada, natural…) y su adecuado embalaje, que es importantísimo.
- El medio de transporte:
- su naturaleza: terrestre, marítima… y
- su calidad: la profesionalidad de la empresa y, en el medio marítimo, el adecuado mantenimiento del buque (hay sociedades de clasificación que valoran la construcción y el estado de los mismos)
- El ámbito geográfico: determinarán la legislación aplicable, así como otros factores de riesgo como la climatología, distancia, situación sociopolítica…
El seguro por responsabilidad civil de la carga
Es el seguro obligatorio que marca la ley para los transportistas. Ahora vamos a ver los distintos tipos existentes, en función del tipo de envío/transporte que esté teniendo lugar:
- LOTT: que regula el transporte terrestre nacional de mercancías. Se indemniza hasta un máximo de 6 € por kilogramo de mercancía.
- CMR: convenio que legisla el transporte internacional de mercancías por carretera. En su caso, la indemnización es de máximo 8,33 Derechos Especiales de Giro por kg (algo menos de 10 euros).
- Y como estos, muchos más, en función del tipo de envío.
El problema de este seguros de responsabilidad civil, que es el básico, es que hay un perjuicio grave para el cargador, quien recibirá una indemnización probablemente por debajo del valor real de su mercancía
Además, solo se abona si hay responsabilidad por parte del transportista. Es decir, que hay muchos casos en los que se daña la mercancía y quedarían fuera del ámbito de cobertura.
Por ello, estas pólizas se suelen complementar con las que se conocen como “seguros de daños”, que elevan esas indemnizaciones.
El seguro de daños con coberturas ampliadas
En este caso, hablamos de la práctica habitual que existe en nuestro país de que los transportistas contratan un seguro como depositarios de los bienes que transportan (como valor añadido). Si no se hace esta póliza, se estaría a los límites de la responsabilidad que marca la ley y que hemos visto en el apartado anterior.
Este seguro también lo puede suscribir el propio cargador (dueño de las mercancías), que es el principal interesado en que si sucede algo se le indemnice por el valor real de los bienes y no por peso.
Esta póliza es mucho más completa a que cubre únicamente “la responsabilidad” del transportista, por todo esto:
- Si hay un accidente en el vehículo y el transportista no es considerado responsable, no se indemnizaría cantidad alguna (y, en cambio, con este seguro sí)
- En caso de fenómenos atípicos de la naturaleza el transportista no es responsable (con el seguro de daños sí se pagaría)
- Ante situaciones de huelguistas pasa lo mismo
- En el robo, la cobertura es más amplia
- El valor asegurado para la mercancía será el de la mercancía más los gastos justificados. Es decir, mucho mayor al de responsabilidad del transportista.
En el seguros de transportes ya no se está a la responsabilidad o no del transportista, si no que se valoran las coberturas en la póliza, es decir, qué casos quedan cubiertos
Podríamos distinguir tres:
- Seguro de coberturas básicas: incendio, rayo, explosión y robo, además de accidentes del propio vehículo que dañe la mercancía.
- Seguro a condiciones amplias españolas: además de las básicas, puede cubrir roturas, mojaduras, mala estiba…
- Seguro de cláusulas Inglesas (ICC “A”): como un Todo Riesgo con unas pocas exclusiones (dolo, mal embalaje, vicio propio…).
Como podemos ver, son seguros que requieren conocer cuestiones fundamentales del mundo asegurador. Desde Moné Seguros te ayudaremos a dar con la póliza que mejor se adapte a tu presupuesto e intereses.