Tabla de contenidos
Un seguro de responsabilidad civil, también conocido como RC, tiene el objetivo de proteger a la empresa o al autónomo de las reclamaciones por los daños ocasionados a terceras personas o sus bienes. Es el salvavidas con el que cuentan una gran parte de compañías y de profesionales para que, en caso de producirse un imprevisto, no tengan que responder con su patrimonio, sino que sea el seguro el que cubra estas contingencias.
Aunque el seguro de responsabilidad civil solo es obligatorio para los que ejercen determinadas actividades (por ejemplo, abogados, arquitectos o personas físicas y jurídicas que presten servicios sanitarios), en la práctica, esta cobertura es recomendable para la gran mayoría de empresas y de profesionales autónomos.
Eso sí, la cobertura de responsabilidad civil de un fontanero variará mucho de la que necesitará un diseñador o un médico. Al igual que no requerirá la misma protección una empresa que manipula químicos que la de un centro educativo.
En Moné Seguros nos dedicamos a asesorar a nuestras empresas y autónomos en la elección del mejor seguro de responsabilidad civil para su actividad, puesto que además de la responsabilidad propia de la actividad, existen muchos otros factores que influyen con coberturas específicas. Aquí encontrarás toda la información sobre nuestros seguros de responsabilidad civil.
En este artículo repasamos los tipos de seguros de Responsabilidad Civil por sectores para comprender bien las características de cada uno de ellos. ¡Comenzamos!
1. Seguros de Responsabilidad Civil profesional
Protege de los daños materiales, personales o patrimoniales primarios (estos son los perjuicios económicos no derivados de un daño material o personal) que pueda causar un profesional o una empresa a un tercero en la prestación de servicios. Un ejemplo sería el de un abogado al que se le pasa el plazo de presentar los impuestos y el perjuicio es una sanción a su cliente.
Estos seguros pretenden dar cobertura a posibles negligencias cometidas por los profesionales en cuestión, y que perjudican a clientes o terceros afectados.
Normalmente (no siempre), se contrata en actividades totalmente reguladas, que disponen de Colegios Profesionales en torno a los cuales se suelen ofrecer seguros de responsabilidad civil. Estos son algunos de los más comunes:
· Seguros de responsabilidad civil para abogados
Como recoge el Estatuto de la Abogacía Española, “los abogados en su ejercicio profesional están sujetos a responsabilidad civil cuando por dolo o negligencia dañen los intereses cuya defensa les hubiere sido confiada”. Los Colegios de Abogados suelen contar con su propio seguro de responsabilidad civil colectivo, que el letrado puede ampliar en función de sus circunstancias.
Más información en: ¿Es necesario el seguro de responsabilidad civil para sociedades de abogados?.
· Seguros de responsabilidad civil para médicos
La legislación obliga a contar con un seguro de responsabilidad civil a los profesionales sanitarios que ejerzan en el ámbito de la asistencia privada, así como las personas jurídicas o entidades de titularidad privada que presten cualquier clase de servicios sanitarios. Existen algunas compañías especializadas en ofrecer estos seguros RC tanto a médicos como a odontólogos, farmacéuticos, veterinarios, fisioterapeutas o enfermeros.
· Seguros de responsabilidad civil para arquitectos
Por ley, los arquitectos son responsables de los proyectos durante diez años. Aunque el seguro de RC solo es obligatorio para ellos en algunas Comunidades Autónomas, en la práctica, la gran mayoría contrata uno para tener bien cubiertas las espaldas.
· Seguros de responsabilidad civil para ingenieros
Responder ante terceros por los daños derivados del ejercicio de la ocupación de ingeniería puede llegar a ser muy costoso, por lo que la mayoría de los ingenieros técnicos y superiores se protegen con un seguro de Responsabilidad Civil.
· Otros servicios profesionales
No obstante, hay otros servicios profesionales que, pese a no estar tan regulados, también precisan de un seguro que proteja su actividad.
Hablamos de consultores, fotógrafos, diseñadores, masajistas, actividades docentes y, en general, profesionales autónomos que no pueden arriesgarse a responder con su propio capital a las reclamaciones de terceros.
Estos profesionales tienen una regulación menos estricta, pero no por ello es menos importante disponer de un seguro de responsabilidad civil. Y es que, si te reclama un cliente, ¿cómo te vas a defender?, ¿vas a asumir la indemnización así como los gastos judiciales? Estas son cuestiones que un seguro de RC profesional resuelve por ti.
Cada actividad, como es lógico, tiene sus coberturas específicas. Por eso, nuestro papel como correduría de seguros es ayudarte a dar con la póliza que realmente cubra tu actividad, comparando entre las compañías más especializadas en tu sector. Porque un seguro de un ingeniero no debe cubrir lo mismo que el de un diseñador o un fotógrafo.
2. Seguros de Responsabilidad Civil para empresas tecnológicas
También conocidos como seguros RC TIC, estas pólizas son un ejemplo de cómo las aseguradoras se adaptan a las nuevas necesidades. En este caso, a la protección de los cada vez más abundantes profesionales y empresas que se dedican a la informática y a la tecnología.
Aun teniendo riesgos comunes con otras empresas, las compañías eminentemente tecnológicas -como puedan ser agencias de marketing, diseño web, programación, hosting o comercialización de software- necesitan coberturas completamente adaptadas a su actividad.
Lo ideal en este tipo de empresas es la combinación del seguro de responsabilidad civil con una póliza de ciberseguridad, por ese apalancamiento que tienen en tecnología. De este modo, si sufren o provocan un daño que no se deriva de una negligencia cometida por el personal de la empresa, sino de un ataque informático, es el ciberseguro el que debe responder.
En la actualidad, el riesgo en la red informática de las empresas se ha convertido ya en el más importante para ellas, a la par que los rescates exigidos en incidentes de ransomware (secuestro de datos) han pasado de rondar las decenas de miles de dólares a varios millones.
¿Quieres más información? No te pierdas nuestro análisis sobre los Mejores Seguros de Ciberriesgo.
3. Seguros de RC para empresas industriales
Los seguros de responsabilidad civil industriales están especialmente diseñados para las compañías que se dedican a la fabricación, manipulación o almacenaje de productos.
Podemos entender que los riesgos de empresas de automoción, logística, sector químico, textil o alimentación, por poner solo algunos ejemplos, no tienen nada que ver con lo visto hasta ahora. De hecho, su actividad puede provocar daños materiales o personales mucho más graves que los previos y de ahí que la cobertura y el riesgo se concentre mucho más en ello.
Algunas coberturas habituales en este tipo de pólizas son las reclamaciones, la responsabilidad civil de productos y postrabajos, la defensa penal o la responsabilidad civil patronal (daños y perjuicios sufridos en un accidente de trabajo por la plantilla).
Dependiendo de su actividad, es muy recomendable que las empresas industriales cuenten también con un seguro de responsabilidad civil medioambiental… Especialmente en función de la materia prima que se emplea (químicos, por ejemplo) y de su ubicación (no es lo mismo estar en mitad de una explanada que al lado de un río o un monte).
4. Seguros de Responsabilidad Civil para empresas de construcción
En la construcción el riesgo es más que evidente, debido a las dificultades que esta tarea entraña tanto a nivel técnico como de ejecución. Como en el caso de la industria, el riesgo es eminentemente de generar daños materiales o personales.
Estas pólizas están hechas a medida para empresas promotoras, constructoras o subcontratistas que se dedican a la edificación o a la ingeniería civil. Debido a la magnitud de estos seguros, en muchas ocasiones las compañías ofrecen dos opciones: una póliza por obra o una póliza general, que cubre a la empresa por el conjunto de obras que hagan al año.
5. Seguros de RC para instaladores
Pongamos en esta ocasión el ejemplo de un fontanero: en su actividad el riesgo se concentra en los posibles daños materiales que pueda causar por su actividad. Los trabajos de instalación son muy variados, desde fontanería, gas, calefacción o climatización hasta placas solares, ascensores o trabajos de electricidad de alta y baja tensión. Por eso, cada tipo de instalador tiene sus seguros obligatorios que deben presentar ante las autoridades pertinentes, y las coberturas se deben adaptar a ello.
6. Seguros de RC para empresas educativas
Academias, colegios, universidades y cualquier centro formativo tienen una responsabilidad que hemos querido extraer de los ámbitos previos que hemos visto. Y es que, cada una de ellas desempeña actividades diferentes, pero tienen en común que concentran a un gran grupo de personas en un único lugar, por lo que la suma asegurada contratada es un factor importante.
Para hacernos una idea del grado de especificidad de estos seguros de responsabilidad civil del sector de la educación, algunas compañías ofrecen protección frente a las reclamaciones por los daños sufridos por los alumnos en caso de acoso escolar por la negligencia del centro al no velar por su seguridad. También se ocupan de otros riesgos como las sanciones por incumplir la Ley de Protección de Datos de carácter personal, tan importante hoy en día.
Si quieres que te ayudemos a dar con el seguro que necesitas, no lo dudes, y contacta con nosotros.