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Siniestros Casos Reales – Parte I

Iniciamos una serie de entradas en nuestro blog, que reflejan la importancia de contar con una buena Correduría de Seguros ante un siniestro. El primero de ellos trata del seguro de auto

Vamos a iniciar una serie de “posts” en los que hablaremos de casos reales en los que, gracias a la intervención de la Correduría de Seguros y a la asistencia de nuestros expertos de siniestros, expedientes que eran complicados y en los que un cliente por sí solo puede encontrarse con muchos problemas, se pueden solucionar de forma solvente.

Hoy, como primera parte, vamos a hablar de siniestros de automóvil, el seguro por excelencia contratado vía online, y veremos qué problemas se puede encontrar el cliente en un futuro. Estos son unos ejemplos que se repiten con relativa frecuencia.

El siniestro sin culpa, ¿cómo evitar la pérdida total?

Nuestro asegurado tuvo un siniestro en el que recibió un golpe por detrás (por lo que fue el vehículo perjudicado). Cuando esto ocurre, la compañía contraria paga a la nuestra lo que se conoce como un “módulo”, pero quien perita el vehículo para ver qué daños existen es nuestra propia compañía.

En esta ocasión, se estimaba que el auto era siniestro total (lo que sucede cuando el coste de reparación supera el valor venal/real de nuestro coche). Cuando esto sucede, es un fastidio para el asegurado ya que el tiene un coche que funciona perfectamente, pero por culpa de alguien que le da un golpe, se encuentra sin coche y quizás con 1.000 € en el bolsillo para reponerlo.

En el caso concreto, gracias a la intervención de la Correduría, que actúa en defensa de los derechos del asegurado, hemos conseguido salvar el vehículo. Tras hablar con perito, taller y compañía, se llega un acuerdo para que se repare por 6.000 €, siendo el valor del auto 6.500 €; evitando que el cliente tenga que buscar otro coche, quedando totalmente satisfecho.

Siniestros de coche

Localizar el atestado y solucionar la disputa

Nuestro asegurado circulaba por ciudad cuando un vehículo lo golpea lateralmente. Discuten sobre la versión de los hechos y no llegan a un acuerdo al rellenar el parte amistoso, por lo que fue la policía a levantar atestado.

Cuando fuimos a dar parte al seguro, desde la compañía contraria no asumían la culpa, por lo que desde la Correduría localizamos al policía que fue testigo del golpe, y conseguimos el atestado que refrendaba la versión de nuestro asegurado, obligando a la contraria a asumir culpa, pudiendo nuestro cliente reparar el coche sin mayor problema.

La experiencia de una Correduría de Seguros

Como veis, puede parecer muy sencilla la contratación de un seguro; sin embargo, la dificultad está en la ocurrencia de un siniestro. Es entonces cuando necesitamos la asistencia de un profesional. Si encima, no cobramos ninguna clase de honorarios al cliente por esa ayuda, mucho mejor.