La labor de la Correduría de Seguros no acaba en la emisión de la póliza. Ni mucho menos. Lo más fácil ya está hecho, pero queda ganarse la confianza del cliente cuando más necesario resulta, ante un siniestro.
Como hemos ido viendo en las dos primeras entregas de “Siniestros – Casos Reales” (os dejamos enlaces a la Parte I y la Parte II), la labor del departamento de siniestros es fundamental para considerar a una Correduría, profesional. En esta entrada nos centramos en el seguro de hogar, con tres ejemplos que justifican la contratación de este seguro con nosotros y no con el banco o con una compañía on-line.
Solucionamos el problema del perjudicado que no es asegurado
Nuestro asegurado es el causante de un daño al vecino de abajo, el «perjudicado». Nos llama nuestro cliente porque ha causado unos daños importantes por una fuga de agua. Gestionamos la reparación del origen y de los daños nuestros y del vecino, que también da parte a su seguro de casa (sus daños los repara su compañía, Caser, y luego le cobra esa reparación a la nuestra, Reale).
Por lo que a nosotros respecta, el siniestro se cierra sin conflicto, ya que todo se ha reparado, origen y daños. A las semanas, aparecen los perjudicados en nuestra Correduría, diciendo que la reparación está mal hecha y que no se han aclarado con Reale ni Caser para saber qué gremio reparó los daños, y poder reclamarles que se rehaga el suelo, que se ha abombado en pocos días.
Con una llamada por nuestra parte a Reale, confirmamos que fue un gremio de Caser el que hizo la reparación, y llamando internamente a Caser, conseguimos el nombre del gremio y lo localizamos para que el perjudicado pueda finalmente reparar los daños correctamente. En cinco minutos hemos podido ayudar a estas personas, que estaban con un suelo dañado durante semanas y desesperados por encontrar al gremio y poder solucionar su problema.
Los daños estéticos y el bloqueo de la compañía
Un cliente sufre larotura de una tubería en el desagüe de su ducha, que obliga a cambiar plato y aplicar estéticos. Debido a que para reparar la tubería hay que romper el plato de ducha, y que la mampara que lo acompaña no encaja con los nuevos tipos de plato de ducha, tenemos un problema.
La compañía aplica estéticos, pero solo a las baldosas del baño, no quiere aplicarlo a la mampara. Finalmente, hablamos con perito y compañía, y conseguimos convencerlos de que debían aplicar estéticos a todo. Por lo que finalmente se repara absolutamente todo, sin que el asegurado tenga que abonar ni un euro.
En caso de duda, a cambiar todo
En la vivienda de nuestro cliente hay una sobretensión que provoca el cambio de campana extractora. El reparador de compañía, verificó que el origen del daño en la campana era una sobretensión, por lo que estaba cubierta la reparación de la misma.
El problema nos lo encontramos en que ya no hay piezas de recambio para la campana, y la compañía no accede a cambiarla toda ya que la avería está localizada en un sitio pequeño, muy concreto. Finalmente, conseguimos localizar una campana de similares características y muy bien de precio, convenciendo a la compañía para que acceda al reemplazo en vez de a una reparación que no era posible.
Como podéis ver, son una serie de casos concretos, pero que se repiten con bastante frecuencia, ya sean de este tipo o diferentes, pero que, sin duda, hacen muy valiosa la labor que podemos realizar en la asistencia a nuestros asegurados, principalmente para que no tengan que verse envueltos en problemas, y seamos nosotros los que nos peleemos con las aseguradoras, por ellos.
En Moné Seguros defenderemos vuestros derechos, para asesoraros en la contratación de la póliza pero, sobre todo, después. Si quieres comprobarlo, contacta con nosotros, y te ofreceremos los mejores seguros de hogar del mercado.