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La cuota de autónomos en España es un asunto de eterno debate. Probablemente, es porque somos uno de los países de Europa que más paga. Hoy queremos ayudar a reflexionar sobre qué conviene más a un autónomo: subir su base de cotización al nivel de sus ingresos (como aconsejan algunos expertos) o complementar la base mínima con opciones privadas: seguros de baja laboral, de vida, planes de ahorro.
Los derechos del autónomo vinculados a su cotización
Las cuotas que el trabajador autónomo abona mensualmente a la Seguridad Social, es un tanto por ciento sobre una especie de “sueldo base” (la base de cotización). En base a ello se generan una serie de derechos.
Hablamos, fundamentalmente de los siguientes:
- Subsidio por incapacidad temporal
- Pensión de viudedad y orfandad
- Pensión por incapacidad permanente
- La pensión de jubilación
Estas prestaciones se calculan aplicando unas fórmulas y porcentajes de la base de cotización que decida el autónomo. A mayor base de cotización, mayor importe de esas prestaciones.
En base a esa afirmación, la lógica diría que todos los autónomos deberían incrementar esa base. El problema es el desmesurado coste mensual que conlleva el aumento. De ahí que se plantee el dilema de si existen vías alternativas más económicas a la pública.
El coste de ser autónomo en España
Entre el 80-90% de autónomos están cotizando por la base mínima (más del 90% si solo consideramos los menores de 40 años). Esto supone una base de cotización en 2021 de 945 € y un coste mensual para el autónomo, la cuota, de unos 290 € euros por mes.
Existen bonificaciones como la «tarifa plana», que permiten disfrutar de una cuota reducida si se cumplen requisitos y sólo temporalmente.
En el caso de los autónomos societarios la base de cotización se incrementa hasta 1.215 € al mes, que da lugar a una cuota de 372 euros mensuales.
El importe a pagar de Seguridad Social es del 30% de la base escogida.
Si queremos mejorar las prestaciones y derechos como autónomos, por ejemplo, escogiendo 2.000 euros de base (aproximadamente el doble de la base mínima), el coste de ser autónomo se dispara a unos 600 euros al mes. Respecto a la cuota mínima de autónomo, esto supone un sobrecoste de 3.600 euros al año.
En el siguiente punto veremos a qué nos ayuda este incremento de la base, en comparación con el mínimo de autónomos, para contrastar si compensa o no.
El incremento de la base de cotización y sus prestaciones
Las personas que cotizan en el régimen autónomos tienen derechos y prestaciones sociales que es importante que se conozcan. Como hemos comentado, el importe de las mismas dependerán de la base de cotización.
Un autónomo en la base mínima
Percibe por las distintas contingencias principales que nos ofrece la S.S., lo siguiente:
- Baja Temporal: 689,85 € por mes, a restar la cuota que hay que seguir pagando (desde 2019, no se seguirá pagando en bajas de más de 2 meses de duración). Esto supone un importe neto de 414,83 € mes a partir del 2º mes. Esta cifra es muy muy baja, si contrastamos los gastos mensuales que tenemos.
- Viudedad: 497,60 €/mes
- Orfandad: 200,70 €/mes
- Incapacidad Permanente Total: entre 404 € y 614 € en función de la causa y las circunstancias familiares
- Incapacidad Permanente Absoluta: entre 623,40 € y 810,60 €/mes
- Pensión de Jubilación: 623,40 €/mes (debemos saber que la pensión media de un autónomo es muy cercana a los 700€, 500€ menos que la media de los trabajadores por cuenta ajena).
Por supuesto, estas cifras son suponiendo que cumplimos con los mínimos de meses cotizados que exige la propia S.S. y los distintos requisitos para devengarlos. Son cifras aproximadas.
El autónomo con 2.000 euros de base de cotización
Las prestaciones se incrementan:
- Baja Temporal: recibiríamos 1.500 €/mes, a lo que habría que deducir lo más de 600 € de cuota mensual. Un neto de menos de 900 €
- Viudedad: 1.040 €/mes
- Orfandad: 400 €/mes
- Incapacidad Permanente Total: 1.100 €/mes
- Incapacidad Permanente Absoluta: 1.716 €/mes
- Pensión de Jubilación: se incrementaría, pero depende de múltiples factores poder calcularla, ya que entre otras cosas, se tienen en consideración las cotizaciones de múltiples años.
Como vemos, las prestaciones se incrementan; sin embargo, debemos saber que la cuota sube, como hemos dicho a más de 600 €/mes. En total, más de 3.600 € al año de sobrecoste en cuotas a la Seguridad Social. Una cifra que nos da mucho margen para suscribir seguros complementarios.
En España tenemos un sistema de reparto, especialmente en el caso de la pensión de jubilación. Esto significa que sabemos lo que debemos pagar en función de nuestra base, pero no lo que cobraremos.
En los últimos años, ante el déficit permanentes de la Seguridad Social, se han introducido factores correctivos para cobrar la jubilación, reduciendo importes previos. Por ello, no podemos garantizar en absoluto que la cifra arriba indicada sea la que se cobrará, porque además se tienen en cuenta en el cálculo de la base de cotización cada vez más años.
La opinión de la experta: Miriam Almazán (Afiris)
Para aclarar la importancia de este artículo, hemos querido a consultar a Miriam Almazán, como directora de Afiris, y especialista en el asesoramiento de autónomos y emprendedores, quien resalta la importancia que tiene para los autónomos esta decisión.
Cuando tenemos un negocio la generación de ingresos depende de nosotros, y es fundamental tener la información adecuada de las prestaciones que recibiríamos en caso de que se den determinadas situaciones. Pensemos en una enfermedad larga que nos impida trabajar o, en caso de que faltásemos, conocer el importe que recibiría nuestra familia para seguir adelante.
Normalmente nos planteamos cotizar más o elegir opciones privadas pensando en la jubilación y, en mi experiencia profesional, veo que muchas veces se pasan por alto otro tipo de situaciones que pueden acontecer. En estos casos, si no se tienen unas buenas coberturas, pueden suponer dificultades económicas graves para el autónomo y su familia.
Apostar por lo privado o por lo público es una decisión que tiene un componente personal. Sin duda es importante hacer números y considerar también la situación empresarial y familiar para elegir la opción más adecuada.
Miriam Almazán (Afiris)
Hemos visto lo que supone incrementar la base de cotización, la opción pública; ahora explicamos qué conlleva la opción privada, a través de seguros.
Los seguros como alternativa para mejorar nuestras prestaciones
La alternativa al simple incremento en la base de cotización sería mantenerla en el mínimo, y complementar las prestaciones a través de seguros privados.
Hablaríamos de estos 3 fundamentalmente:
- Seguro de baja laboral para autónomos
- Seguros de salud para autónomos
- Seguros de accidentes de autónomos
- Planes de ahorro para jubilación
- plan de pensiones
Gracias a los tres, estaríamos cubriendo las prestaciones fundamentales de la Seguridad Social, derivadas de:
- Baja temporal,
- Fallecimiento o una incapacidad permanente
- Jubilación.
Veamos si nos compensa la vía privada frente a la de incrementar la base de cotización de la S.S. a 2.000 euros. Contamos con un presupuesto anual de unos 3.600 euros para hacerlo. Vamos a comprobar que suscribiendo estos seguros su coste es de:
- Seguro de baja → capital de 500 €/mes, coste: 138 €/año
- Seguro de vida → capital de 112.000 € para fallecimiento e incapacidad permanente total y absoluta, coste: 222 €
- Póliza de accidentes →capital de 112.000 € (así cubrimos también incapacidades parciales). Coste de 100 € al año.
- Ahorro → como hemos gastado 460 € en las tres pólizas nos quedarían 3.140 € para invertir en planes de ahorro.
Este supuesto lo hemos hecho para una persona de 35 años, casad@ y con un hijo. Si lo hacemos con una de 45 años, el margen para el ahorro sería de 2.726 € (los seguros incrementan su precio con la edad). Si lo hacemos a los 55 años, ahorraríamos 2.011 €.
Suponiendo una persona que empieza de la forma que hemos indicado a los 35 años, el ahorro acumulado con la progresión mencionada sería aproximadamente de unos 64.000 € a los 65 años. A lo que habría que añadir toda la rentabilidad que se pudiera acumular en esos 30 años desde el inicio, que al ser tanto tiempo sería interesante.
Nuestra sugerencia sobre cómo elegir mejor
Como hemos visto, el sobrecoste de incrementar la base de cotización es muy elevado. Sin embargo, los seguros son mucho más flexibles y podemos aprovechar, además, la libre competencia para escoger entre alternativas económicas. Siempre eligiendo entre buenas aseguradoras.
La diferencia esencial es el sistema de capitalización en el ahorro privado: sabemos que lo que metamos en el plan de ahorro, si somos conservadores, lo recuperaremos con rentabilidad. Sin embargo, con la Seguridad Social no tenemos esta certeza. Dado que los expertos auguran un mal futuro a nuestras pensiones, parece que podríamos estaríamos pagando probablemente mucho más de lo que recibiríamos a futuro (especialmente si somos jóvenes).
No lo dudes y pide presupuesto para estos seguros. Protégete bien ante todos esos riesgos, adecuando tus coberturas a tus ingresos y gastos. El problema de muchos autónomos es que pueden tener ingresos elevados y, sin embargo, su base de cotización es mínima; por lo que maximizan el riesgo.
Desde Moné Seguros te ayudamos a calcular tus prestaciones y valorar cómo complementarlo correctamente. “Gestionamos tus seguros, aseguramos tu futuro”